La terapia de yodo radioactivo (también llamado radioyodo
I-131) es un tratamiento para la excesiva actividad de la tiroides, una
afección llamada hipertiroidismo. El yodo radioactivo (I-131) es un isótopo
creado a partir del yodo con el fin de emitir radiación para uso medicinal.
Cuando se ingiere una pequeña dosis de I-131, éste es absorbido en el torrente
sanguíneo en el tracto gastrointestinal y es concentrado por la sangre en
la glándula tiroides, donde comienza a destruir las células. Este tratamiento
hace que la actividad de la tiroides se reduzca en gran medida y en algunos
casos puede transformar una tiroides hiperactiva en una tiroides hipoactiva lo
cual requiere tratamientos adicionales.
Este procedimiento es llevado a cabo solo por
especialistas como el endocrinólogo y un oncólogo entre otros. Luego del tratamiento con yodo radiactivo,
podrá regresar a su hogar pero debería evitar el contacto prolongado y cercano
con otras personas por varios días, en especial con mujeres embarazadas y niños
pequeños. Casi la totalidad del yodo radioactivo abandona el cuerpo durante los
primeros dos días posteriores al tratamiento, principalmente a través de la
orina. También se excretan pequeñas cantidades en la saliva, el sudor, las
lágrimas, la secreción vaginal y las heces.
Precauciones
Según la cantidad de radioactividad administrada en su
tratamiento, su endocrinólogo o encargado de seguridad radiactiva puede
informarle las precauciones a tener en cuenta durante varias semanas después
del tratamiento.
- · Utilizar baños privados, de ser posible, y tirar de la cadena dos veces después de cada uso.
- · Bañarse a diario y lavarse las manos con frecuencia.
- · Ingerir la cantidad normal de líquidos.
- · Dormir solo y evitar el contacto íntimo prolongado. Se permiten períodos breves de contacto cercano, como dar la mano o abrazar.
- · Lavar la ropa de cama, las toallas y la ropa a diario en su hogar y por separado.
- · No preparar para otras personas comida que requiera una manipulación prolongada con las manos al descubierto.
El tratamiento para el hipertiroidismo casi siempre se
realiza en forma ambulatoria, ya que la dosis requerida es relativamente
pequeña.
Si bien la radioactividad de este tratamiento permanece
en la tiroides por un tiempo, se disminuye en gran medida al cabo de algunos
días. Su efecto en la glándula tiroides por lo general se desarrolla al cabo de
uno a tres meses y el beneficio máximo ocurre entre tres y seis meses después
del tratamiento.
Es muy probable que este
procedimiento destruya toda la glándula tiroides. Dado que las hormonas producidas por la tiroides son
esenciales para el metabolismo, la mayoría de los pacientes necesitarán tomar
pastillas para la tiroides durante el resto de su vida luego de este
procedimiento.
José Gonzaga Trejos
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