El activímetro o calibrador de dosis es el instrumento
básico para medir las actividades de los
radiofármacos que han de suministrarse a los pacientes, por lo que es
imprescindible garantizar la fiabilidad
de sus medidas.
Los modelos de activímetro más comúnmente utilizados se basan en una cámara de
ionización de tipo pozo en cuyo interior se sitúa la fuente radiactiva que se
desea medir. El gas de llenado de la cámara se encuentra a presión bastante
superior a la atmosférica, con objeto de tener una buena eficiencia.
Los calibradores de dosis son dispositivos fundamentales cuya
calidad de operación debe evaluarse permanentemente, de manera que el profesional
que lo usa tenga la seguridad que los datos obtenidos en la medida de la
actividad son fiables. Es importante que estos aparatos proporcionen una medida
exacta de la dosis radiactiva administrada al paciente, asegurando que dicha
dosis sea la misma que la prescrita, de lo que depende en gran medida la
calidad de las pruebas clínicas realizadas. Es también una necesidad evidente para la protección
radiológica del paciente (especialmente en pediatría) y del personal sanitario.
Para los estudios diagnósticos, una dosis demasiado alta
producirá una exposición innecesaria del paciente a la radiación, mientras que
una dosis demasiado baja prolongará el tiempo del estudio o proporcionará
imágenes de baja calidad. En los radiofármacos de uso terapéutico es aún más
importante que la dosis sea exacta, para evitar la irradiación excesiva de
tejidos no deseados. Para asegurar un correcto funcionamiento, estos
instrumentos de medida de radiación deben someterse a un cierto número de
pruebas de calibracion y de aseguramiento de fectividad de documentacion.
José Gonzaga Trejos
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